Reseña Alberto Rodríguez González. Psicólogo y especialista en adopción.

La adopción es una experiencia familiar que ayuda a reparar el daño emocional de los niños/as que han sido adoptadas, pero esta reparación sólo se puede hacer a través del contacto, el piel a piel y la convivencia con los padres y madres adoptivos. “Mariposas en el corazón” son los relatos auténticos, honestos y cercanos de cinco madres adoptivas. Sus palabras cargadas de emociones nos acercan a cómo viven las familias cada uno de los momentos claves, desmontando mitos y acercando las ambivalencias, contradicciones y satisfacciones, porque como dice Pilar, la adopción convierte la vida en un torbellino de emociones.

 Del libro me llevo muchos relatos que me han acercado a mi experiencia en el día a día en casos de alto riesgo de ruptura de convivencia, en los que la capacidad de conectar con sus vivencias y miedos, es una clave para contener un sufrimiento a veces silenciado.

 Los y las pequeños grandes héroes que son las personas adoptadas mejoran a través de cómo sus padres y madres adoptivas digieren, elaboran y conectan con su propio dolor y el de los hijos/as. Mercedes describe cómo su agotamiento le hizo revivir y echar de menos a una madre perdida hace mucho tiempo, señalando que entonces entendí lo que han debido sentir mis hijos y tantos otros niños. María dice que escribir ha sanado mi corazón en muchas etapas que, aunque son imposibles de olvidar, sí las he dejado marchar sin que me hagan daño; concluyendo que ojalá pudiera hacer lo mismo con las de los propios hijos.

Esta reparación requiere grandes dosis de compromiso, de saber estar y de resistencia por parte de las familias. Y es un proceso que ayuda no sólo a los propios hijos/as sino también a los padres, o como dice Inmaculada, que el proceso de adopción es un proceso de cuidado mutuo entre padres/madres e hijos/as.

“Mariposas en el corazón” no es sólo un libro de experiencias, es un relato sincero cargado de compromiso y de esperanza. Me gustaría terminar utilizando una parte del poema que señala Loreto de Francisco Luis Bermudez: “después de todo he comprobado que no se goza bien de lo gozado, sino después de haberlo padecido.”

Vuestro esfuerzo va a ayudar a vuestros hijos/as y tantos otros a construir una historia en el que es necesario construir su pasado, su presente y el futuro siendo conscientes de que adoptar requiere aprender en el día a día a ser madre.  “No los traje al mundo pero los traje a mi mundo y desde entonces ellos me mudaron los límites, los sueños y la vida, la inundaron de luz. Siendo aun tan pequeños, me doy cuenta de cuánto me queda a mí por crecer para llegar a estar a su altura.” (Mercedes) Gracias.

 

 Alberto Rodríguez González. Psicólogo y especialista en adopción. 

Agintzari

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